El PP propone al director general de telemadrid como próximo presidente de RTVE

El Grupo Parlamentario Popular ha propuesto este martes en el Congreso a José Antonio Sánchez como nuevo presidente de RTVE, en sustitución de Leopoldo González Echenique. Los 'populares' han presentado su candidato ante el registro de la Cámara Baja.

Sánchez, hasta ahora director general de Telemadrid, se convertirá, tras la aprobación de las Cortes, en el decimonoveno presidente de RTVE de la democracia y en el cuarto que accederá al cargo con el respaldo del Congreso, tras sus predecesores Luis Fernández, Albert Oliart y Leopoldo González-Echenique.

Cada grupo parlamentario ha podido presentar desde el pasado miércoles un solo nombre para dirigir la corporación, cuya votación se realizará en el Pleno del Congreso. Durante el periodo de interinidad, el consejero a propuesta del PP José Manuel Peñalosa, ha ocupado la presidencia en funciones. Una vez seleccionado el candidato, debe recibir el visto bueno de la comisión de nombramientos de la Cámara Baja. Después, los candidatos serán sometidos a votación en el Pleno del Congreso. Falta por conocer si el nombramiento de Sánchez se alcanzará con el apoyo de la oposición, algo que no ocurrió con Echenique.

En una primera ronda, se buscará aprobar los nombres por mayoría de dos tercios. En caso de no conseguirse, 24 horas después se podrá celebrar una nueva votación, en la que la aprobación se conseguiría con mayoría absoluta, por lo que el PP podrá sacar adelante sus propuestas en solitario.

El anterior presidente accedió al puesto con la luz verde del Congreso en segunda vuelta, con 194 votos a favor (de PP y CiU) de los 279 votos emitidos, 74 en blanco y 4 nulos. Esta designación es posible tras aprobar el Gobierno un decreto ley en el año 2011 por el cual modificaba la forma de elección del consejo de administración de la radiotelevisión pública, que exigía desde 2006 (año en que se aprobó la ley de reforma de RTVE) el consenso de dos tercios de la Cámara de los Diputados.

Este Real Decreto reformaba el anterior sistema de renovación de RTVE y fue aprobado por el Gobierno con el objetivo de "desbloquear" una negociación entre los partidos políticos que no permitía acordar un nuevo presidente. Esta situación se prolongaba en el tiempo casi cerca de un año tras la dimisión del anterior dirigente, Albert Oliart.

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